dissabte, 15 de març del 2014

Article per la revista de l'AFAC

Rincones de China
Descubriendo las minorías de la China del sur


Fue a finales de mi estancia en la capital china, cuando decidí emprender un viaje al sur del país. Buscaba descubrir nuevos rincones. Quería encontrar algún lugar dónde poder disfrutar del paisaje y sobretodo quería desconectar del tráfico y la contaminación de la ciudad de Beijing.

Cogí un avión hasta la ciudad de Guilin, situada en la parte norte de la provincia de Guangxi al sur oeste del país. Al llegar me quedé maravillado por el encanto de aquellas montañas. Su estructura rocosa y su salvaje apariencia me conmovieron muchísimo.  Desde aquél momento supe que ese viaje me marcaría. Hasta el momento, sólo había conocido la estresada vida de la urbe pekinesa. Había hecho alguna escapada por Tianjin, Shanghái y por alguna otra ciudad pero nunca antes había disfrutado de la naturaleza de China.

A partir de mi llegada a ese pequeño paraíso empezó mi corto pero intenso recorrido. Paseé en barco por los canales de Yangshuo, y me  quedé encandilado por el paisaje embriscado. Conocí a los Zhuang, una minoría que habita en los arrozales de Ping An y que se caracteriza por el largo pelo de sus mujeres. Dormí en un pequeño hostal del remoto pueblo de Cheng Yang dónde probé los mejores noodels del mundo. Divisé un horizonte infinito plagado de arrozales en Zhao Xing. También visité Basha y conocí los Miao, la última tribu minoritaria china de hombres armados. En este último pueblo presencié una ceremonia de miles de años de antigüedad en la que participaban hombres y mujeres de la tribu y nos daban la bienvenida con bailes, ofrendas y ritos tan extraños como afeitarle la cabeza a un guerrero con una oz.

La última parada antes de volver a Pekín fue Guiyan, capital de Guizhou. Fue ahí donde ya empecé a echar de menos todo lo que había vivido. Nunca había imaginado antes que china me deslumbraría con su riqueza natural y con su variedad étnica. Realmente es una pena que las políticas del gobierno chino no apoyen a las minorías que habitan éstos rincones de su país porque sus tradiciones, ritos y sobretodo su conocimiento del terreno no deben ser menospreciados ni mucho menos desatendidos.

Deseo que la frase de Pearl Buck  “Nada ni nadie puede destruir el pueblo chino. Ellos son sobrevivientes implacables”,  incluya también a estas milenarias tribus ya que ellos son la viva historia más antigua de nuestro mundo. Éste fue sin duda mi rincón favorito de China.

 Durante mi viaje pude captar algunos momentos mágicos que podéis ver en este video.



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